Como Hermano Mayor de la Hermandad del Santísimo Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Esperanza, me honra presentar estas palabras que expresan el espíritu y la razón de ser de nuestra cofradía.

Nuestra Hermandad nace con una vocación clara: vivir y testimoniar el Evangelio en su integridad, mediante el culto, la evangelización y la caridad activa, sostenidos por una profunda vida interior y comunitaria. Nos sentimos herederos del impulso misionero y contemplativo de la Orden de Predicadores, bajo cuya protección canónica caminamos, y queremos ser, a nuestra manera, luz en medio del mundo, consuelo en medio del dolor y voz en medio del silencio.

El culto al Santísimo Sacramento y la devoción sincera al Misterio de la Pasión del Señor, que celebramos cada Semana Santa, no se entienden para nosotros como un fin en sí mismo, ni como expresión folklórica o espectáculo externo, sino como actos de adoración, reparación y esperanza, vividos con reverencia y sentido espiritual, orientados siempre a la conversión personal y al testimonio público de nuestra fe.

Nuestra Hermandad quiere estar, sobre todo, del lado de los que más sufren: los pobres, los olvidados, los enfermos, los que han perdido la esperanza. Desde nuestras posibilidades, desarrollamos acciones concretas de asistencia, formación y acompañamiento, convencidos de que la caridad no es un añadido opcional, sino el rostro más visible del amor de Dios hecho obra.

Como cofradía de penitencia, renunciamos a todo protagonismo vacío, a la ostentación y al ruido, y abrazamos la sobriedad, el recogimiento y la verdad de un camino cristiano que nos une, no sólo en torno a una imagen, sino en torno a una vida comprometida con el Reino.

A los hermanos, les invito a vivir con profundidad y entrega esta vocación. A quienes se acercan a nosotros, les abrimos las puertas con humildad y alegría. Y a todos, les pedimos oración, para que esta Hermandad, en medio del mundo, sea sal, levadura y luz.

En el Santísimo Nombre de Jesús,
y bajo el manto de Nuestra Señora de la Esperanza,
continuamos caminando.

Con afecto fraterno en Cristo,

Jose Brihuega Garcia
Hermano Mayor
Hermandad del Santísimo Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Esperanza
Convento de los Dominicos, Ciudad Colonial, Santo Domingo